martes, 17 de julio de 2018

39 AÑOS DESPUÉS, CUSTODIO YA ESTÁ EN EL PANTEÓN DEL 36

El nombre de Azcárate esculpido en el mámol
El mausoleo que recuerda en el cementerio de Olite/Erriberri a los republicanos muertos tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936 tiene dos grandes placas de mármol con medio centenar de nombres a los que estos días se ha sumado uno nuevo en memoria de Custodio Azcárate Araiz, de 56 años, asesinado violentamente en su huerta en 1938.
            El nombre de este labrador progresista ha sido añadido a una lista de la que se cayó hace 39 años, cuando se inauguró el panteón en una multitudinaria ceremonia. El grupo memorialista local ha encargado ahora a un artesano tallar en la losa la identidad de quien, según los testimonios, murió casi dos años después que el resto de sus vecinos represaliados.
Foto del "Catato" disfrazado con frac
          
En la tumba del camposanto estaban, hasta ahora, los nombres de 46 olitenses asesinados en las cunetas entre julio y octubre del 36, los meses más sangrientos, así como otros tres paisanos más que murieron en zona republicana. En total 49 vecinos, entre ellos siete cargos electos del Ayuntamiento republicano (dos alcaldes y cinco concejales).
            Azcárate, sin embargo, falleció dos años después, con la guerra avanzada y cuando en Olite/Erriberri las autoridades golpistas habían acantonado tropas de descanso. Fue precisamente un soldado “nacional” el que, según las fuentes, acabó con la vida del olitense en su caserío/huerta cercano a la presa del río Cidacos en unas circunstancias en las que la justicia franquista no profundizó, al menos públicamente.
Dantzari junto al mausoleo republicano
            Custodio Azcárate, conocido como el “Catato”, no fue un vecino común. En su huerta, por ejemplo, prestó un primer refugio a una veintena de republicanos del pueblo que huyeron tras el “Alzamiento” militar, según el perfil que en 2012 escribió precisamente en el Olitense el veterano cronista local Ángel Jiménez Biurrun, también pionero en la recuperación de la memoria histórica municipal.
            Azcárate, cuya identidad sí aparece en la placa que se colocó en la fachada del Ayuntamiento en 2016, fue un hombre soltero, con una familia sin muchos problemas, que hizo fortuna en Argentina. A la vuelta de la emigración, compró cerca del río un gran caserío con huerta en el que, a veces, organizaba juergas con sus amigos de la cuadrilla “La Vasca”.
Caserío/huerta donde fue asesinado
           Hombre con sentido del humor, Custodio solía disfrazarse de sobrero de copa y frac para acompañar al quinteto de músicos con el que junto a sus amistades frecuentaba las fiestas de los pueblos de la merindad. Apodado el “Catato” porque le había criado una tía de San Martín de Unx, el carácter abierto que exhibía conectaba con la personalidad de su padre, el exalcalde Galo Azcárate, al que hasta la transición estuvo dedicada la Plaza mayor del pueblo (hoy Carlos III el Noble) en reconocimiento a la defensa del comunal que en el siglo XIX hizo para que revertiera al municipio tras una inicial privatización.