miércoles, 6 de marzo de 2019

UNA MUJER “TRANS” DEL SIGLO XIX ENTRE OLITE Y TAFALLA

Tipos navarros en 1839
Esta es la historia de una mujer transgénero, adelantada a su tiempo, que vistió de hombre para ocultar su sexo y se convirtió sin pretenderlo en defensora de la igualdad y la emancipación a mediados del siglo XIX. Fue Francisca Burdeos Zamboráin y trabajó de criado en Olite y tuvo novia en Tafalla.
            “Más noticias sobre Francisca Burdeos Zamboráin (1810), una mujer-soldado que pasó por hombre” es el trabajo que el prolífico historiador Ángel García-Sanz Marcotegui publica en el último número de la revista “Huarte de San Juan”, de la Facultad de CC Humanas y Sociales de la UPNA y que tiene un punto de contacto con nuestra Merindad.
            El profesor García-Sanz revela que fue precisamente en Olite donde Francisca tuvo que abandonar la localidad para no revelar su mayor misterio, pues “llegó a punto de dar palabra de casamiento a una joven de Tafalla, cuya broma, convertida en veras, la obligó a mudar su residencia por no descubrir su secreto”, según recoge el investigador de la prensa de la época.
Olite a mediados del siglo XIX
            Francisca vistió como un hombre desde niña y llegó a luchar de soldado en la primera guerra carlista y en los enfrentamientos de Madrid de 1854, ocultando siempre su condición femenina. Se dijo incluso que 1861 “convivía con su pareja, una mujer con hijos ...”. La información sobre ella procede de varios juicios en los que estuvo mezclada y que recogen diversas publicaciones de la época sin rechazo alguno en el tratamiento, destaca García-Sanz.
            Pero la historia de nuestra protagonista comenzó mucho antes de salir en los papeles. Francisca nació en Tiermas, en la muga de Navarra y Aragón. Su madre era de Burgui y su padre de Navardún. De adolescente tomó el nombre de su hermano Benito, que había muerto en Eslava. Maltratada por una madrastra, a los 13 años se marchó a Sangüesa y trabajó de guía de bueyes.
Mujer soldado
            Al comenzar la guerra carlista se alistó en el cuerpo de Tiradores de Isabel II, donde “siempre se portó como el más valiente soldado”. Obtenida la licencia, halló empleó en el campo “sin decirles que era mujer” y, curiosamente, primero lo hizo en Olite. Durante una año fue criado de Isidro Lasaga y luego estuvo en casa de Elías Gómez Labarta, uno de los diez mayores contribuyentes.
            “Por aquel tiempo engañó a su propio hermano Sebastián, cuando volvió de América, pues le hizo creer que era Benito y que Francisca había fallecido”, señala el veterano historiador que precisa que en este momento es cuando prometió matrimonio a una joven de la vecina Tafalla, lo que le forzó a dejar Olite “para no descubrir su sexo”.
            El deambular le llevó finalmente a Tudela, donde trabajó en una cantina en la que una discusión con la dueña le condujo a prisión y allí a revelar su identidad para no compartir celda con los hombres. Encausada por estafa, en la Audiencia de Pamplona declaró en su defensa que en su trasformismo “jamás había abusado de este para faltar en lo más mínimo a los deberes de mujer honrada, a pesar de haber estado entre soldados libertinos que jamás  advirtieron que fuese mujer ... y aunque bebía vino jamás ha incurrido en la embriaguez por el temor de que al recogerle le descubrieran el pecho y por ello su sexo ...”.
            Seguramente fue absuelta y entre 1849 y 1854 apareció otra vez en la prensa de Madrid, donde volvió a combatir como soldado en las barricadas de la Plaza de Bilbao. Tenía cerca de 44 años y, según la descripción de “El Clamor Público”, era “de mediana estatura y lleva siempre el traje varonil”. Durante tres años fue asistente del comandante Francisco López Fabra y también pudo haber participado en la guerra de África. Continuaba aun “vistiendo el traje de hombre, sin que su ánimo sea engañar a nadie, sin que tenga proyectos criminales ni inmorales ...”

DETENIDOS POR ROBAR LA LUZ A SUS VECINOS EN OLITE

La factura se multiplicó por 15
La Policía Foral de Tafalla ha detenido recientemente en Olite/Erriberri a una pareja de “okupas”, un hombre de 41 años y una mujer de 43, que supuestamente robaban la electricidad a los vecinos de un edificio en el que vivían ilegalmente.
            Los vecinos de los detenidos sospecharon al recibir facturas de luz "desorbitadas", hasta 15 veces más de lo habitual. La Policía comprobó que los ocupantes habían manipulado la instalación para obtener energía gratis, lo que supone un delito de defraudación de fluido eléctrico, según la información facilitada que no determina la dirección precisa de la calle.
            La investigación comenzó cuando varios colindantes del inmueble acudieron a la comisaría de Tafalla. Las investigaciones se centraron en un piso donde al parecer reside la pareja  sin consentimiento del propietario. Un técnico, comprobó que habían realizado un agujero en la pared hasta los cables de fluido eléctrico de los otros pisos. Tras realizar un empalme y tapar el agujero con yeso, habrían instalado un enchufe desde el que obtenían electricidad para toda la vivienda. El delito de defraudación de fluido eléctrico está castigado con una multa de tres a doce meses.