martes, 11 de junio de 2019

NADIE PODRÍA ENTENDER ALGO DISTINTO EN OLITE/ERRIBERRI

Maite Garbayo (Agrupemos) con Jorge Bacaicoa (PSE)
El Pleno del Ayuntamiento nacido de las últimas elecciones municipales se reúne el sábado al mediodía para que tomen posesión los ediles y elijan, después, al nuevo Alcalde/Alcaldesa de Olite/Erriberri. Al no haber logrado mayoría absoluta ninguna candidatura (seis de once concejales), en los últimos días ha habido encuentros en casi todas direcciones para explorar pactos. Agrupemos/Elkartu, con cuatro representantes y la lista más votada, no debería tener mayor dificultad para sentarse en el sillón, bien con sus propios votos o la suma de los tres del PSN si cuaja un gobierno cooperativo en la línea de colaboración que ambos grupos, sin necesidad numérica, han mantenido esta última legislatura e incluso en anteriores cuando formaciones afines auparon a los socialista a la alcaldía.
            Esta aproximación conecta con los pasos que el mismísimo Pedro Sánchez (PSOE) explora ahora en Madrid para un próximo “gobierno de cooperación” con Pablo Iglesias (Podemos) en el que la pluralidad, la igualdad y la justicia social sean el aglutinante que, como en Olite, es muy difícil de alcanzar con la derecha. Más todavía después de que los primeros ensayos de pactos, en la Comunidad de Madrid y Murcia, se hayan decantado este martes por la alianza del “trifachito” (PP,Cs y Vox) que ya desalojó a los socialistas de Andalucía. Casado (PP) ha llegado a decir sin tapujos que “dificultará” la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno central. No hay, por tanto, esperanza para el acercamiento.
            En el parámetro foral, en las negociaciones para el futuro Gobierno de Navarra, el color de las alcaldías que salgan este sábado también va a determinar un alcance mayor. La alianza de progreso con Chivite (PSN) de candidata a la presidencia y apoyo de formaciones del cuatripartito, que ahora ve con buenos ojos Ferraz, dependerá de qué lado caigan algunas varas de mando en Estella, Tafalla, Peralta, Egüés, Viana y, por qué no, Olite. Aunque en un futurible Maya (Navarra +) gane Pamplona, Chivite seguirá pendiente de la abstención de EH Bildu para el Palacio de Navarra, negocie o no.
            En este contexto, en el que se abren caminos a gobiernos de “progreso” o de “cooperación”, nadie entendería en Olite una conjunción contraria de socialistas y conservadores para apartar a Agrupemos. El precio sería extraordinario en el futuro. El PSN merece históricamente más representación que el único concejal que tuvo la legislatura anterior y que purgó así el pasado. A la par de extemporáneo, contrario a los vientos que soplan, un alcalde olitense de PSN-UPN-PP-Cs resultaría difícil de vender hasta a los propios, que a nivel de calle se manifiestan por el discurrir natural de las cosas. Los experimentos raros suelen salir caros y explosivos si se mezclan elementos tan diferentes.