sábado, 23 de mayo de 2020

SANTA BRÍGIDA, CELEBRACIÓN ANODINA Y RESPONSABLE

La santa en el zaguán del Ayuntamiento tras el reparto
La crisis del coronavirus y su estado de alarma marcaron el sábado una anodina festividad de Santa Brígida en la que, en general, el vecindario respetó la limitación de acudir a la ermita y celebró la romería suspendida de forma contenida y en sus domicilios.
            Desde primera hora los caminos de acceso al Monte quedaron cortados con vallas y cintas, tal y como había anunciado un bando preventivo de la Alcaldía, y en la Plaza Carlos III un grupo de concejales acompañado de voluntarios procedió al reparto del tradicional panecillo.
Bancos y voluntarios en la Plaza para regular distancias
            Con unos bancos corridos y marcas para asegurar las distancias, un goteo de personas provistas de mascarillas acudieron a los bajos de la Casa Consistorial para retirar el pan. La imagen de la Santa presidió el reparto.
            A mediodía las terrazas de los bares, únicas que pueden dar servicio en esta fase de desescalada, mantenían cierta animación y pequeños grupos, los permitidos por la legislación, disfrutaban de un aperitivo para celebrar esta histórica fecha sin subir al monte Encinar.