Vaciado de comportas en las bodega |
Finalizaba octubre de 1916, hace ahora 100 años, y los
viticultores de Olite hacían balance de una vendimia que había sido copiosa. El
corresponsal de Diario de Navarra informaba de que prácticamente estaba vendida
una partida de 30.000 cántaros de vino para los que se había ofertado un precio
de 3,55 pesetas. La cosecha había sido buena “en clase y calidad”, la uva era
“superior” y el caldo “será inmejorable”. Según los peritos se habían encubado
en las bodegas del pueblo unos 4,6 millones de litros, casi 400.000 cántaros,
cada uno equivalente a 11,77 ltros.